Bisagras

Mantenimiento de las puertas: consejos para conservarlas como el primer día

Las puertas son la carta de presentación de los hogares, o de cualquiera de las estancias que los componen, por lo que exigen una limpieza y un mantenimiento periódico para lucir en perfecto estado. Cuando una puerta recibe los cuidados necesarios, dura más tiempo e incluso aumenta su belleza natural, por lo que es importante llevar a cabo algunas pautas en el mantenimiento de las mismas evitar que se acumule el polvo y la suciedad.

La parte positiva es que no se trata de una limpieza muy delicada ni especial, sino que puede llevar a cabo de una forma sencilla, teniendo en cuenta algunos consejos. Dependiendo del tipo de acabado, las puertas necesitarán unos cuidados u otros, pero por regla general no suelen ser demasiado complejos.

Cómo limpiar las puertas

Lo primero que debemos hacer es quitar el polvo de toda la superficie con un trapo suave o directamente con el plumero, si no tiene demasiada suciedad acumulada. Es importante no olvidar limpiar las partes superiores e inferiores del marco de la puerta.

Si está barnizada, lo ideal es limpiarla con un trapo suave previamente humedecido con un jabón a base de aceite. Para un mejor resultado, es conveniente limpiar siempre en la misma dirección de las vetas de la madera.

Para finalizar, deberemos emplear otro trapo limpio y seco para volver a pasarlo por la puerta y eliminar los posibles residuos que hubiesen quedado. En el caso de las puertas lacadas, es importante no emplear productos de limpieza abrasivos que puedan dañarla.

puertas

Mantenimiento de las bisagras

Con el paso del tiempo, también es normal que algunos mecanismos de las puertas como las bisagras, pernios y otros engranajes pierdan movilidad y emitan un sonido molesto, por lo es necesario un adecuado mantenimiento que ayude a prolongar su vida útil.

Los problemas persistentes como consecuencia de un mal mantenimiento de las puertas pueden derivar tanto en una cerradura que se abre y se cierra mal, como en puertas que hacen ruido o estancamientos de la puerta, e incluso que la llave quede atascada en cerraduras, en situaciones que se haga caso omiso del mantenimiento de cerraduras.

Bisagras

Arreglarlas es sencillo, siempre y cuando el problema se detecte a tiempo. Cuando el diagnóstico se efectúe antes de que el problema sea grave, con apretar los tornillos que incluye la pieza será suficiente. Si mientras se realiza esta operación se comprueba que todavía giran y no terminan de introducirse en la madera, es necesario cambiarlos por otros más largos. Si estos tampoco funcionan, será preciso rellenar los agujeros de los tornillos con cola de carpintero o con masilla de madera. Para ello, conviene quitar las bisagras, aplicar el material elegido y colocar los tornillos, antes de que la cola o la masilla se sequen.

Para engrasar cerraduras y bisagras una de las primeras acciones que hay que hacer es elevar ligeramente la puerta. Después de esto, es necesario aplicar un lubricante para puertas sobre la bisagra. Un gesto sencillo que nos permitirá evitar chirridos y conseguir un movimiento de apertura y cierre más cómodo para un deslizamiento rápido.